Enclavada en Vélez-Málaga y fundada en 2004, forma parte de un selecto grupo de seis bodegas, todas gestionadas por Jorge Ordóñez, que producen vinos a partir de uvas de siete diferentes denominaciones de origen del país. Bajo la filosofía común de elaborar vinos artesanales con los más viejos viñedos de uvas autóctonas españolas, la bodega malagueña, que nació de la asociación entre Ordóñez y la familia Kracher de Austria, es un referente en el empleo de una variedad de moscatel de Alejandría que se recoge de la zona de Almáchar y que imprime su particular sabor y aromas a sus Botani, blancos secos premiados internacionalmente.
Los viñedos de Moscatel explotados por esta bodega fueron plantados entre 1902 y 1974 en laderas sin bancales o terrazas, por lo que los procesos de poda y cosecha se hacen manualmente, y son mulas las que acarrean seis cajas de 15 kg a la vez por las empinadas laderas. Una reseñable (casi heroica) forma de viticultura.