El cultivo de la uva en la Axarquía y su posterior elaboración en pasas, tiene una importante repercusión medioambiental, al encontrarse en una zona de terrenos poco desarrollados, poco profundos, con una elevada pendiente y una pluviometría escasa, pero con cierto carácter torrencial, que los hace especialmente vulnerables a la erosión y a la desertización. El viñedo se cultiva así en terrenos que difícilmente podrían tener otros usos y con técnicas encaminadas a la lucha contra la erosión del suelo y a retener el agua de escorrentía (muretes de piedra seca, hoyos en torno al pie de la cepa, plantaciones siguiendo líneas de nivel, etc.), manteniendo y optimizando el uso de los recursos disponibles.
La comarca de la Axarquía, con más de 1.000 km², acoge además una gran biodiversidad, que en la zona productora de pasas se concreta en la existencia de flora y fauna diversa, en el uso de animales domésticos en las labores de transporte de la uva y en la coexistencia, junto con las variedades tradicionales de Vitis Vinífera, de determinados cultivos en las explotaciones de uva pasa.
Equilibrio ecosistémico
Una especie arbórea que tradicionalmente ha jugado un papel de cierta relevancia en la zona es el algarrobo (Ceratonia Siliqua). Su función era la de proveer de sombra a los trabajadores que desgranaban las uvas en los lagares. Así, es típica la imagen del lagar con uno o varios algarrobos, árboles que se dejaban crecer para maximizar la superficie sombreada.
Y con respecto a la fauna, según los inventarios realizados en torno a las viñas se advierte una rica variedad de animales, tanto invertebrados como vertebrados, asociados directa o indirectamente a la vid, es decir, unos nutriéndose directamente de la vid (herbívoros o fitófagos) y otros alimentándose de aquellos animales que se alimentan de la vid (carnívoros o depredadores), formando complejas redes tróficas que logran mantener un equilibrio en sus poblaciones, incluidas las potenciales plagas que pudieran afectar a la vid.
Es especialmente destacable la existencia del camaleón, especie incluida en el Libro Rojo de los Vertebrados Amenazados de Andalucía. Se trata del único saurio que habita en Andalucía, en leñosos como el olivo, el almendro o la vid, en arbustos y en huertas. El núcleo más importante de esta especie se ubica en la Axarquía, concretamente en la región noroccidental de este área (El Borge, Almáchar, Cútar y proximidades de Benamargosa), donde se registran grandes densidades de camaleones asociados principalmente al cultivo de vides. El camaleón no solo utiliza la viña como hábitat, sino que también lo hace como refugio en caso de incendio. La destrucción del hábitat y de los principales lugares para su reproducción, son las amenazas más importantes para esta especie.
El sistema de vendimia de la zona contribuye también al mantenimiento y conservación del mulo, animal que tradicionalmente se ha utilizado en las zonas áridas en las que las menores producciones hacían insostenible el trabajo de otro tipo de animales, como los caballos. El alimento de este animal se hace, tras la poda o cualquier eliminación de material vegetal, con los restos de sarmientos cortados, lo que unido al uso de sus excrementos como abono, contribuye a la sostenibilidad ambiental del cultivo y constituye un claro ejemplo de economía circular en la que se aprovechan los restos vegetales del cultivo.
En este contexto, el sistema de cultivo cumple funciones que van más allá de la mera producción, tales como la conservación del medio ambiente y los paisajes rurales, el mantenimiento del equilibrio ecosistémico y la lucha contra la erosión de un clima de lluvias estacionalmente torrenciales.