En la Axarquía, el paisaje (antropizado, pero lleno de belleza) se conforma de cerros cubiertos del verde de almendros olivos y viñas, con arroyuelos que abarrancan y dan vida a pequeños valles; en el que destaca y contrasta la arquitectura blanca de los lagares y paseros. Un rico paisaje visual con sus blancos triángulos y rectángulos, pero también cultural, repleto de tradiciones y fiestas vinculadas al cultivo y recogida de la uva.