Ascendiendo desde la costa hacia el corazón de la zona pasera de la Axarquía, se encuentra el paraje conocido como Monte Faco, al que se accede desde la intersección del punto kilométrico 3,2 de la carretera MA-3114 entre Moclinejo y Almáchar con la Vereda de la Cuesta del Olivar. La vereda se orienta en la dirección Este-Oeste en sus dos primeros centenares de metros, y ofrece unas vistas únicas del paisaje de viñedo y pasero de la Axarquía, resultado de la combinación de tres importantes elementos: la orografía, la actividad humana, especialmente la agrícola, y la vegetación residual.
Es un paisaje que no se percibe desde fuera, rodeado de montañas y limitado por el mar al sur, que solo puede observarse en todo su esplendor desde el interior. Monte Faco es un lugar especial para disfrutar de unas vistas únicas y entender la singularidad del sistema de producción de la uva pasa de Málaga, reconocido como Patrimonio Agrícola Mundial.
Al Noroeste se divisan las estribaciones del Parque Natural de los Montes de Málaga y la zona pasera de la Axarquía Alta; al Norte, majestuoso, el pueblo de Comares en su atalaya privilegiada; y al Noreste, como permanente telón de fondo, se encuentra el Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, que hacen de frontera natural entre las provincias de Málaga y Granada. A lo lejos, en su falda, Canillas de Aceituno corona un capital paisajístico jalonado de hitos y divisorias en toda la comarca, con sus lagares y esos elementos estructurales singulares de este paisaje agrario que son los paseros, los más sencillos captadores de energía solar, que permiten transformar la uva Moscatel en pasa.
La vista al Sur, majestuosa, permite seguir disfrutando de este territorio, compuesto por un sinfín de pequeños valles, arroyos profundos y lomas abarrancadas en las que se desarrollan los cultivos junto a la vegetación natural, donde los lagares terminan de constituir la singularidad del paisaje. A todo ello se une el otro protagonista, junto al sol, que confiere a este territorio las bondades climáticas que permiten el cultivo del viñedo Moscatel y el secado natural de las uvas para obtener las preciadas pasas: el mar Mediterráneo. Imponente, complementa con su azul intenso el conjunto de colores ocre verdoso del terreno y blanco de los pueblos para regalar un paisaje espectacular.
Y Monte Faco, como puesto de observación privilegiado, ofrece en algunos momentos del año a los viajeros la vista simultánea de este paisaje agrario único, los pueblos blancos, el mar Mediterráneo al Sur, y del pico de La Maroma al Noreste, el más alto de la provincia de Málaga y ubicado en la sierra de Tejeda, cubierto por la nieve. ¡Para no perdérselo!