Comares contó con una fortaleza de origen árabe de grandes proporciones que ocupó todo el espacio montañoso donde la villa se asienta, en el mismo lugar donde hoy se ubica el camposanto. Han llegado hasta nuestros días los restos de la gran muralla que rodeaba este primitivo castillo, que se conocen como ‘La Tahona’. Desde lo alto se puede contemplar una espectacular vista general del pueblo, que parece suspendido en una roca, y del macizo de Sierra Tejada al Norte y el mar al Sur.